es una técnica
de
desarrollo web para crear aplicaciones interactivas. Éstas se ejecutan en el
cliente, es
decir, en el navegador del usuario, y mantiene comunicación
asíncrona
con el servidor en segundo plano. De esta forma es posible realizar
cambios
sobre la misma página sin necesidad de recargarla. Esto significa
aumentar la
velocidad de interacción en la misma.